Un día, no puede ser como ningún otro, así como un hombre no puede volver a ser el mismo.
La paradoja de nuestras vidas, es que somos y dejamos de ser, a cada segundo; aun cuando queramos volver al viejo yo, lo siento ya somos distintos, el hombre vive un cambio constante, su cerebro aprende a cada instante, algo nuevo y no vuelve a ser igual.
El mundo es irónico, jamas regresara su tiempo, así este es tu único día.
Aun cuando el sol siempre salga por el mismo monte, solo basta caminar para tener otra perspectiva del alba, vive y disfruta lo que otros no pueden; vive los días, no por lo que son, sino por lo que puedes llegar hacer con ellos.
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