viernes, 1 de agosto de 2014

Para meditar, La libertad del Hombre

"La libertad no consiste en tener un buen amo, sino en no tenerlo" 
<<Ciceron>>

Hace algún tiempo escuche: "Un hombre es tan dueño de si mismo como es capaz de controlar sus emociones", no se confundió Ciceron al decir que un hombre libre no tiene amo, nosotros elegimos a quien servir, puede que hoy sirvas a una vida desenfrenada y vacía.
Muchos pensamos ser libres, ser dueños y señores, mientras que no somos mas que esclavos, estamos bajo el yugo dictador de un vicio o un sentimiento que termina por dominarnos.
En materia teológica esto se describe muy bien en el libro de Romanos, Pablo habla de este fenómeno de la siguiente manera:

Romanos 7:19-21
19 Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso practico.
20 Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí.
21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí.

Somos esclavos de malas costumbres, vicios, de la presión social, esclavos del pecado, e ideologías baratas, que al final solo nos hacen ser parte de un mundo consumista y vació.
A mi parecer la libertad de un hombre se puede medir en que tan bohemia es su alma.
La pregunta de hoy es: ¿Que tan dueño eres de ti mismo?

Buenos días mi amor

Buenos días amor, soy yo,
¿me recuerda?
solo quería estar seguro que 
durante las horas que durmió
no se olvido de mi.

Buenos días amor, soy yo, 
de nuevo, perdón porque 
aun es de madrugada, 
pero mi alma añora su 
presencia.

Buenos días amor, soy yo,
perdón si cada mañana
quiero levantarla con un beso, 
solo entienda que duermo con 
su nombre pegado a mi pecho, 
y al levantarme lo encuentro 
impregnado en mi boca.

Buenos días amor, soy yo,
hoy solo quiero decirle 
que no hay día, ni hora en la 
cual su rostro no ocupe mi mente; 
incluso estoy planeando remodelar mi cabeza, 
eliminar cualquier pensamiento 
que le robe espacio a lo nuestro, 
pintar las paredes de mi alma de un color diferente,
el color de sus labios.

Buenos días amor, hoy no soy yo,
hoy soy otro, si otro y aun así el mismo,
su presencia me ha cambiado, 
sus labios quitaron las asperezas de mi alma, 
y hoy ya no soy yo, 
soy distinto.

Buenas noches amor, soy yo,
pero hoy me siento diferente.
Si amor, aun siguen aquí los miedos,
miedo a la oscuridad sin su compañía, 
miedo a despertar y no tenerla a mi lado;
 lo se soy un cobarde.

Mi amor perdón si la abrazo,
y no quiero soltarla, 
el solo hecho de pensar
que estará lejos de mi por un instante,
me mata, me despido,
ya me voy.

 Mientras duermo,
por necesidad y no por deseo,
beseme, beseme en sus sueños, 
pero no deje de hacerlo,
beseme, así como yo lo hago
con usted a la distancia.

Ni mi subconsciente puede 
con su recuerdo implacable, 
el cual prevalece como el sol en el verano,
 y aun cuando amenaza la lluvia 
en volver al día gris, 
sus rayos de esperanza 
nos recuerdan su presencia.

En memoria
de los hijos del tiempo,
en memoria de los segundos
que mueren sin tenerla a mi lado.

En memoria de los besos
que mueren esperando sus labios.

A.G.C.R